El hambre se define como la situación que enfrenta una persona al encontrarse en pobreza extrema de alimentación. Esta definición considera que una persona con hambre tiene un ingreso inferior al valor de la línea de bienestar mínimo (es decir, su ingreso corriente total no le permite adquirir la canasta alimentaria, aunque utilice todos sus recursos para ese propósito) y enfrenta tres o más carencias sociales, entre las que se incluye la carencia de acceso a la alimentación.
La forma más directa de erradicar el hambre es a través de los programas de asistencia alimentaria. Estos programas crean una red de seguridad alimentaria vital para millones de niñas, niños y adolescentes, adultos mayores, personas con discapacidad y familias en situación de vulnerabilidad.
En México, existen programas como Programa Nacional México sin Hambre y Cruzada Nacional Contra el Hambre (Sin Hambre) que ayudan a erradicar el problema y que han logrado disminuir la desnutrición.
El derecho a la alimentación enuncia que cualquier persona debe poder disponer o adquirir alimentos en cantidad y calidad suficientes, libres de sustancias nocivas y culturalmente apropiados. Este derecho se puede ejercer en virtud de los esfuerzos de la propia persona o con otros miembros de la comunidad y deben disfrutarlo todas y todos sin distinción alguna por razones de raza, religión, sexo, idioma, opinión política u otra condición.
La meta mundial es reducir en su totalidad las formas de malnutrición y abordar las necesidades de nutrición de las y los adolescentes, las personas embarazadas, lactantes y adultos mayores. Buscaremos que en Juárez todas las personas tengan acceso a una alimentación sana.